Conocerse, un acto revolucionario
En la sociedad que hemos nacido y crecido, conocerse y empezar a mirar hacia dentro es un acto revolucionario. Sí, revolucionario, ya que representa un cambio drástico a lo que esta sociedad nos invita y nos ha enseñado. Una sociedad que tiende a proyectar la culpa y el miedo al exterior – en que es el otro quien tiene que cambiar para yo estar bien; y que a la vez te invita a narcotizarte y adormecerte con mil y una formas de entretenimiento y distracciones.
Poco a poco, cada vez somos más y más personas que gracias a la era de la información, comunicación y conocimiento que vivimos, empezamos a tener una pulsión al cambio y a restaurar nuestro poder personal. Una pulsión al despertar de conciencia, que nos invita tanto a cuestionar el camino que se nos ha indicado que debemos seguir, como a cuestionarnos a nosotros mismos.
“Conócete a ti mismo y serás libre”.
A riesgo de ser demasiado directo, allá voy. Creemos que somos libres, cuando en verdad vivimos esclavizados por modelos mentales y conductuales que para nada hemos decidido. Conductas disfuncionales que nos crean malestar y nos hacen sufrir, y que seguimos repitiendo una y otra vez sin cuestionarlas.
“No hay peor esclavo, que aquel que cree ser libre sin serlo” - Goethe
Por poner un ejemplo, detrás de afirmaciones tan válidas y respetables como un «soy una persona tímida», normalmente se esconden creencias y experiencias de miedo cuando uno se expone, que se remontan a la infancia.
Detrás de un «soy una persona muy activa y me encanta hacer planes», muchas veces se esconde un «tengo miedo al vacío y al dolor».
Y lejos de confrontar y cuestionar estos adjetivos que nos atribuimos, los aceptamos y damos por válidos sin indagación. Cuando muchas veces son aspectos disfuncionales que nos están pidiendo a gritos que les tomemos en cuenta; perpetuándonos así en el sufrimiento.
Estamos repletos de creencias e introyectos que operan inconscientemente, que nos condenan a seguir actuando de la misma forma una y otra vez.
El autoconocimiento como llave
El autoconocimiento se postula así como la llave para el bienestar psicológico. Para poder conocer así esta cárcel mental que nos hemos construido. Patrones que nos perpetúan una y otra vez a actitudes disfuncionales, que están tan cristalizados en nuestra persona, que difícilmente uno mismo puede ver.
Conocer cada una de las celdas; las salas comunes que llamamos “zona de confort” y nos pasamos la mayor parte del tiempo; esos atajos y pasadizos escurridizos que usamos recurrentemente en vez de afrontar ciertas situaciones desafiantes; incluso atrevernos a entrar en esa habitación oscura que nunca nadie ha osado entrar hasta ahora…. Más que una cárcel parece un laberinto; pero empezar a conocer su estructura y su forma de operar, es el primer paso para convivir en él de una forma sana.
..¡Y hasta aquí la primera entrada del Blog! La verdad que no tenía intención de hacer un acercamiento tan oscuro a la temática del autoconocimiento, pero es cómo me ha fluido al escribir >:D
En la próxima entrada, seguiré profundizando en los beneficios del autoconocimiento, centrándome en las partes más luminosas como descubrir y potenciar fortalezas y cualidades, así como hacer una primera mención a varias herramientas que personalmente me han sido de mucha utilidad en este proceso: como es la terapia individual, la astrología, y el eneagrama.
¡Un abrazo y nos leemos!
David
Endavant!!
Molt interessant!
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